La fachada ventilada es una solución contractiva en auge, gracias a sus características de elevada calidad estética e indiscutibles ventajas de aislamiento termo acústico. La fachada ventilada nace come revestimiento para responder a las necesidades de proteger los edificios contra la acción combinada de lluvia y viento, neutralizando los efectos del agua que golpea la pared y manteniendo seca su estructura de albañilería.
La fachada ventilada garantiza una mejora del aislamiento térmico del edificio, ya que permiten instalar recubrimientos aislantes continuos entre el soporte exterior de la pared portante y el revestimiento exterior de la fachada. La fachada ventilada constituye un sistema de varias capas que garantiza un funcionamiento duradero, siempre que esté correctamente ejecutada, y que aumenta la seguridad, así como la vida útil del edificio.
El revestimiento de la fachada ventilada protege a la estructura portante, al aislamiento térmico y a la base de apoyo de las influencias climatológicas, es resistente a la lluvia de impacto y estanco a la lluvia. El aislamiento proporciona una máxima acumulación térmica de los componentes interiores, previniendo así la pérdida de calor en invierno.
En verano, una gran cantidad de calor que actúa sobre el revestimiento, se desvía a través de la corriente de aire en el espacio ventilado. De esta forma se consigue un ambiente interior agradable.